lunes, 9 de abril de 2012

Una décima de segundo...





Estamos ante una de las mejores canciones que compuso el desaparecido Antonio Vega. Una canción que mezcla la física (una de las pasiones del artista) con el amor. Muchos han sido los debates sobre el significado de esta gran canción. Algunos piensan (me incluyo) que la letra habla del tiempo, del espacio, de lo material e inmaterial; como la física se pierde en el tiempo y se convierte en espacio. También juega con las matemáticas cartesianas, con la filosofía de Descartes, con las relaciones y con el amor,con al Teoría del caos y todo esto, ocurre de forma natural continuamente.
El propio Antonio Vega presentaría la canción en un concierto comentando:

“Yo siempre he sido un enamorado de la ciencia…Empecé a estudiar, a hacer algunas cosas en la Escuela de Arquitectura, en la Facultad de Físicas.
Realmente, cuando la música se cruzó en mi vida, yo di al traste con todo y me tuve que conformar con seguir por mi cuenta. ."



"Y es que realmente la música está absolutamente regida por la Física, como todos sabéis, y por otro lado, todo tiende, todo es susceptible de ser interpretado musicalmente."

"Este es mi primer escarceo que hice en mi vida, mientras yo lo estudiaba, y la mejor manera que encontré de explicar o de decir algo así como: “Ni un millón de años me harán olvidar, aquella décima de segundo en la que olvidé un millón de años”….”

Y yo me quito el sombrero con esta última frase y con esta canción que sin duda emociona.


“Ni un millón de años me harán olvidar, aquella décima de segundo en la que olvidé un millón de años”  (Antonio Vega)


Una décima de segundo


Un momento en un agenda,
una décima de segundo más.
Vuela, va saltando de hoja en hoja
mil millones de instantes de que hablar.

Una ráfaga de aire frío,
un molino de viento hace girar.
Sigue, va rodando sobre su eje
describiendo una trayectoria más.

Y es que no hay nada mejor que imaginar,
la física es un placer.
Es que no hay nada mejor que formular,
escuchar y oir a la vez.
Mide el ángulo formado por ti y por mi,
es la solución a algo muy común aquí.

Ahora tú no dejes de hablar,
Somos coordenadas de un par.
Incógnita que aún falta por despejar.

Busca un libro que diga "como",       ***(en este extracto Antonio parece jugar con el concepto
luego otro que se titula "si",                       del tiempo y el espacio donde todo transcurre de forma
un tercero llamado "nada",                        continua y natural  "como si nada")***
es la forma del círculo sin fin.
Y es que no hay nada mejor que revolver
el tiempo con el café.
Es que no hay nada mejor que componer
sin guitarra ni papel.
Paralelas, vienen siguiéndome.
Espacio y tiempo juegan al ajedrez.

Ahora tú, no dejes de hablar.






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